Cuando la tierra da gemidos y manifiesta su ego, aterroriza y destruye, se hace la desentendida y continua con su alborada.
Sin faltar a su cita.
El ser humano también aprende de ella.
Inventa, avanza, dispone
y en ocasiones decreta sin más.
Para eso está dotado de exquisita inteligencia.
De justicia es reconocer sus grandes adelantos.
En algunos lugares del planeta te dejan pensar, eres más libre, comparando con otro tiempo.
Censuras, opinas y todos juntos en esta rueda que más que rodar va dando tumbos.
Con el amor, el desamor, la justicia, la injusticia y todos intentando poner cordura y sensatez a este dispendio y locura que nos ha tocado vivir. Porque no hay día en que la primera noticia de cualquier lugar no sea que la Tierra sigue empapando la sangre de tantos seres inocentes a destiempo.
© Keni Orue
Foto de Buzz Andersen